Manejo del nodulo tiroideo para profesionales

SECTOR DE CIRUGÍA DE CABEZA Y CUELLO

Para profesionales / Para Pacientes

Introducción

Se denomina nódulo tiroideo a cualquier lesión intratiroidea que se diferencia del parénquima que la rodea, ya sea por palpación o por cualquier método de imágenes. Si bien en la mayoría de los casos son lesiones benignas, la importancia del problema radica en descartar una posible neoplasia maligna. Hasta hace veinte años el estudio y manejo de los nódulos tiroideos se restringía a los nódulos palpables y estaba bastante estandarizado.

Pero todo ha cambiado a partir del uso extensivo del diagnóstico por imágenes y la consecuente aparición de nódulos no palpables o incidentales, obligando a replantear esos esquemas. El desafío para la práctica clínica es realizar los exámenes y tratamientos necesarios para minimizar los riesgos de los pacientes y evitar los estudios innecesarios que implican aumentos en la morbilidad y los costos. Como toda la patología tiroidea, se presenta con mayor frecuencia en mujeres, y aumenta con la edad. Entre 5 y 7% de los nódulos tiroideos son malignos, en su mayoría carcinomas diferenciados, y representan sólo el 1% de todos los cánceres diagnosticados y el 0,5% de las muertes atribuibles a neoplasia.

Objetivos

Desarrollar recomendaciones basadas en evidencia de alta calidad, orientadas a disminuir la variabilidad en la estrategia diagnóstica y terapéutica de esta patología.

  • Establecer indicaciones de los estudios imagenológicos y del laboratorio
  • Definir indicaciones del estudio citológico
  • Incrementar la detección y tratamiento adecuado de lesiones tiroideas malignas
  • Desarrollar criterios de derivación al especialista

¿Cómo estudio a los pacientes con nódulo tiroideo?

Todo paciente con sospecha de nódulo tiroideo o nódulo ya conocido, debe estudiarse inicialmente con ecografía y dosaje de TSH (recomendación grado A en la Guía ATA 2009 y recomendación grado B en la Guía AACE/AME/ETA 2010).

La caracterización ecográfica del nódulo tiroideo mediante los criterios TIRADS, es hoy en día la herramienta más valiosa para decidir si se realiza la Punción Aspiración con Aguja Fina (PAAF) de las lesiones mayores a 1 cm.

La ecografía no sólo es el test más sensible para detectar lesiones tiroideas, sino también el que mayor información provee sobre las características del nódulo asociadas a la sospecha de malignidad, y más fácilmente reproducible para monitorear cambios a lo largo del seguimiento.

Si el nódulo fue hallado incidentalmente en otro estudio por imágenes, o en una ecografía que no detalla las características mencionadas, se debe realizar una ecografía tiroidea para definirlas.

La resonancia magnética o la tomografía axial computarizada no tienen utilidad complementaria en forma rutinaria. Pueden solicitarse si se necesita evaluar el tamaño o extensión retroesternal de un bocio nodular o para la estadificación prequirúrgica de una neoplasia confirmada.

El gammagrama tiroideo es una técnica actualmente es desuso y con pocas indicaciones. Permite evaluar la función regional tiroidea y la detección de tejido tiroideo funcionante autosómico.

Bibliografía

American Association of Clinical Endocrinologists , Associazione Medici Endocrino logi, and European Thyroid Association Medical Guidelines for Clinical Practice for the Diagnosis and Management of Thyroid Nodules Hossein Gharib, MD, MACP, MACE; Enrico Papini, MD, FACE; Ralf Paschke, MD; Daniel S. Duick, MD, FACP, FACE; Roberto Valcavi, MD, FACE; Laszlo Hegedüs, MD; Paolo Vitti, MD; for the AACE/AME/ETA Task Force on Thyroid Nodules. AACE/AME/ETA Guidelines 2010.
Guidelines for Patients with Thyroid Nodules and Differentiated Thyroid Cancer The American Thyroid Association (ATA) Guidelines Taskforce on Thyroid Nodules and Differentiated Thyroid Cancer 2009 David S. Cooper, M.D., Gerard M. Doherty, M.D., Bryan R. Haugen, M.D., Richard T. Kloos, M.D.,4 Stephanie L. Lee, M.D., Ph.D.,5 Susan J. Mandel, M.D., M.P.H., Ernest L. Mazzaferri, M.D., Bryan McIver, M.D., Ph.D., Furio Pacini, M.D., Martin Schlumberger, M.D., Steven I. Sherman, M.D., David L. Steward, M.D.,and R. Michael Tuttle, M.D.
Guía Clínica Nódulo Tiroideo y cáncer diferenciado de Tiroides. 2013. Ministerio de Salud de Chile.
Guía de práctica clínica, diagnóstico y tratamiento de Nódulo Tiroideo, México: Secretaria de Salud 2009.

Para Pacientes

El nódulo tiroideo es uno de los problemas más comunes de la glándula tiroides.
1 de cada 10 personas puede presentar una asimetría en ésta glándula, localizada en la base del cuello. Esta asimetría puede verse, palparse o bien encontrarse de manera “accidental” en algún estudio por imágenes realizado por otro motivo.
Entre el 85 y 90% de éstos nódulos son quísticos y de naturaleza benigna, existiendo baja probabilidad de que se trate de un carcinoma de tiroides.

QUÉ SE PUEDE PERCIBIR:

Habitualmente nada. La mayoría de los nódulos son benignos y crecen lentamente. Con mayor frecuencia no se ven ni se tocan, y se los descubre casualmente al realizar una ecografía. En pocas ocasiones pueden adquirir un gran tamaño y esto generar molestias al tragar o más raramente, dificultad para respirar.

CAUSAS

La mayoría de los nódulos son los llamados coloideos y los foliculares. Algunos pueden producir hormona tiroidea de forma autónoma conduciendo al hipertiroidismo. Cuando están lleno de líquido o sangre se los llama Quísticos. Ciertas enfermedades inflamatorias de la glándula, llamadas tiroiditis, pueden desarrollar nódulos. Éstas, junto con la exposición a radiación o la relación heredofamiliar, pueden ser disparadores de la aparición de un carcinoma de tiroides.

DIAGNÓSTICO

Con los antecedentes antes mencionados y el examen físico, lo primero que se realizará es la evaluación del funcionamiento de la tiroides y la ecografía, la cual aporta los detalles suficientes del nódulo y la posible existencia de ganglios en el cuello. Esto permitirá despejar las dudas de la naturaleza de la lesión y decidir el seguimiento o tratamiento quirúrgico. Ante la sospecha de naturaleza maligna, se solicitará una biopsia por punción, que será evaluada al microscopio.

En este caso, la aguja que se utiliza es muy fina, no suele generar dolor ni dejar cicatrices.

Según los resultados arrojados por dicho procedimiento, se establecerá la terapéutica adecuada a cada caso, que puede consistir en el seguimiento por el servicio de Endocrinología o la extirpación total o parcial por parte del Especialista en Cirugía de cabeza y cuello.